martes, 12 de abril de 2011

De drogas y golosinas

¿Qué tan cafeteros somos? Me confieso tomadora de café, aunque la hora a la que lo disfruto es en la mañana, al desayunar. Después tiene que ser con leche, frío, con Chantilly, cosas que lo hagan parecer un helado.
Estamos viviendo una época difícil. Me gustaría saber, lectores, qué piensan al respecto. Hoy en día que hay tantas adicciones, debemos estar con los ojos abiertos. No se si sea susceptibilidad mía, pero tengo la impresión de que los alimentos están siendo valorados como drogas. No vaya a ser que el día menos pensado, a una persona desnutrida y en pobreza extrema, se la catalogue como que tiene síndrome de abstinencia... y se le de tratamiento psiquiátrico en lugar de darle de comer...

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